Orwell: una trilogía de la miseria

Sobre tres obras de George Orwell. 

La actual crisis económica parece no tener fin. Tardamos en percatarnos de su presencia, o más bien los medios y la clase política tardaron en asumirla y revelárnosla. Pero la tenemos encima desde como mínimo el 2008. Al principio parecía una de tantas: periodo de recesión y luego remontada al cabo de unos años: y vuelta al (supuesto) crecimiento, al menos el teórico, el de pizarras y porcentajes. (no tanto el de nuestros bolsillos). Pero a principios de este 2012, comprendemos al fin que la cosa es más grave: la crisis es de las del tipo W. O sea, una fase descendente de la economía, seguida por un periodo de crecimiento anémico para volver a la fase descendente unos meses o trimestres después. 2011 fue un año de brotes verdes. Eso se nos decía. De pequeñas plántulas que parecían prometer el inminente deshielo, o así quisimos creerlo. Yo quise creerlo. Comprendemos ahora que la travesía del desierto va a durar mucho: Un ilimitado horizonte rojizo y polvoriento. Y además nada nos garantiza que tras la actual W no llegue una cadena indefinida de Ws. Vamos, que la cosa va para largo, y que esto que llamamos crisis tal vez sea una nueva forma de «normalidad» a la que tengamos que acostumbrarnos. No un revés o un bache, sino un nuevo standard. Quizá de esta crisis emerjan oportunidades y formas de vida y relación (social, económica, laboral) que ahora vemos en un estado embrionario, pero que podrían dar lugar en el futuro  a un mundo más avanzado, diverso, plural. Más libre y menos encorsetado. Aunque ahora nos parezca justo lo contrario. Pero tampoco estamos en nuestro mejor momento anímico. Nos falta perspectiva.

Perspectiva. Es bueno no perder de vista aquello que tenemos. El enorme potencial del universo dos punto cero, esa tierra prometida surgida casi por arte de magia de unas tecnologías cada vez más cotidianas y rutinarias. Lo he afirmado otras veces, pero no me importa volver a hacerlo: prefiero un mundo en «crisis» disponiendo de la red y sus posibilidades infinitas, que aquellos viejos mundos en (supuesto) «crecimiento» y sin la red. Dicho de otro modo: prefiero mil veces 2012 a 1990 ó 1999. LinkedIn nos salva del horror circular de los viejos anuncios de empleo de La Vanguardia.

Oímos y leemos mucha basura estos dias. Conviene no perder de vista la historia para saber de donde venimos, como era la existencia hace cien, ochenta, cincuenta años. Para valorar mejor aquello de lo que disponemos, para tener una visión más adecuada de las cosas y no caer en un desánimo mayor del necesario.

Qué mejor para ello que la historia y qué mejor que la literatura. Y en particular la literatura inmersa en la trama de la historia, esa que sabe darle brillo estético y emocional, a la historia y las gentes que en ella vivieron. Y qué mejor que esa literatura-testimonio de uno de los grandes: George Orwell. Una de esas figuras que han sabido elevarse por encima del habitual maniqueismo ideológico, un tipo que ha conseguido ser adorado por izquierdas y derechas por igual, y sobre todo por los que aborrecemos esas divisorias.

Todos conocemos sus obras maestras, esas dos o tres que son ya casi tópicos en nuestra cultura. Pero creo que en estos momentos que vivimos, no hay nada más adecuado que sumergirnos en lo que se me ha ocurrido llamar su Trilogía de la miseria: Sin blanca en París y Londres, Mantened la Aspidistra Izada y El Camino de Wigan Pier. 

Orwell, sin blanca

George Orwell es conocido ante todo como autor de dos clásicos contra el totalitarismo: 1984 (1948) y la fábula Rebelión en la Granja (1945). En España, además se reedita constantemente su Homenaje a Cataluña (1938), libro en que recoge sus experiencias de la Guerra Civil.  Además de la crítica al totalitarismo y al imperialismo británico (al que se refiere en Burmese days,1934), otro de sus grandes temas es el de la justicia social, el reparto equitativo de la riqueza y la descripción de la miseria y las penalidades económicas, especialmente en la Inglaterra de los años 30.

Tras su periodo en Birmania como policía colonial británico, Orwell vuelve a Inglaterra en 1927, y se establece en la residencia familiar de Southwald. Comienza un periodo de pobreza, en parte «escogido», hasta cierto punto similar al de Gordon Comstock, personaje principal de su novela Keep the aspidistra flying. En los años siguientes, vivirá de artículos, publicaciones e impartiendo clases. Se relaciona con el mundo intelectual de Hampstead.

También trabajará como ayudante en una librería, de nuevo lo mismo que Gordon. Durante nueve meses de 1928, y al igual que otros ingleses de perspectivas bohemias y literarias, vivirá en Paris. Entre las actividades remuneradas de Orwell en los meses parisinos figurará la de fregaplatos en un hotel de lujo de la calle Rivoli.

Hay al menos tres obras de George Orwell que tratan del tema de la pobreza:

Down and Out in Paris and London, 1933. Es una crónica autobiográfica. El narrador es el propio Orwell o alguien muy similar. Refiere de una manera muy vivaz sus experiencias en las dos ciudades, sus traslados de pensión en pensión, con las monedas siempre contadas, accediendo a algún que otro trabajo de tarde en tarde, principalmente en restaurantes. Se nos relata la picaresca de la gente de la calle, de los excluidos, las reflexiones políticas en torno al socialismo y la supuestamente inmediata revolución.

Keep the aspidistra flying, 1936. Se trata de una especie de comedia dramática que nos narra las peripecias de Gordon Comstock, poetilla con un mísero libro publicado y aparatosos proyectos de obras poéticas que nunca se materializan, más allá de un montón de páginas emborronadas.

Rechaza el «imperio del dinero» y de la «sociedad respetable», lo cual le lleva a dar la espalda a cualquier empleo que pueda abrirle perspectivas de desarrollo, incluidos aquellos para los que parece bien dotado. Prefiere trabajos insignificantes que le permitan subsistir, mientras espera poder desplegar algún día todo el arte que cree llevar dentro. Desoye orgullosamente los ofrecimientos de ayuda de su acomodado editor y amigo «izquierdista» Ravelston y los consejos bienintencionados de su sufrida novia Rosemary.

El personaje de Gordon Comstock nos resulta entrañable e irritante a un tiempo. Su cruzada personal contra el «totalitarismo» del dinero no le impide una obsesiva y algo patética preocupación por el «qué dirán» y que la gente perciba que no tiene un céntimo. Es un sujeto más que trágico, tragicómico, vagamente valleinclanesco.

The Wigan Pier Road, 1937. Por encargo del editor Victor Gollancz, Orwell marcha hacia el noroeste de Inglaterra, al entorno de Wigan (entre Manchester y Liverpool), para recopilar material de primera mano acerca de las condiciones de vida de la clase trabajadora en esa parte especialmente deprimida del país. En el camino de Wigan Pier, las dotes de observación y de análisis del inglés se nos aparecen de nuevo en todo su esplendor, algo que tendrá inmediata continuidad con su viaje a la España en guerra y el Homenaje a Cataluña (1938).

Además de una buena lectura, los tres libros de George Orwell, esa «trilogía de la miseria», nos ofrecen un estimulante background o fondo para estos tiempos de crisis económica de la que, como decimos, parece que tenemos para rato. Habitemos durante unas horas mundos un pelín más duros que el nuestro.

2 comentarios sobre “Orwell: una trilogía de la miseria

  1. ESTA CRISIS QUE ESTAMOS VIVIENDO RESPONDE A UNA PLANIFICACION REVOLUCIONARIA A ESCALA PLANETARIA. HACE CUATRO DIAS BAJO EL ABERRANTE EUFEMISMO «ESTADO DEL BIENESTAR» LOS POLITICOS Y LOS BANQUEROS FOMENTABAN EN ENDEUDAMIENTO GENERAL (PREMIANDO A LAS ADMINISTRACIONES MAS ENDEUDADAS Y FOMENTANDO EL CONSUMO SUPERFLUO. CUALQUIER PERSONA SENSATA, PODIA ADIVINAR A DONDE CONDUCIRIA TODO ESTE DESPILFARRO. POR LO TANTO, LA CRISIS ERA INEVITABLE. ¿CUAL ES EL PLAN QUE SE OCULTA TRAS LA CRISIS? LA REVOLUCION MUNDIAL, MONARQUICA, RELIGIOSA, MILITAR, AGRARIA Y SOCIALISTA. ES DECIR, UNA SINTESIS ENTRE LA EXTREMA DERECHA Y LA EXTREMA IZQUIERDA.
    HAY QUE TENER EN CUENTA QUE LA DEMOCRACIA ES LA ESTRATEGIA QUE USA MASONERIA PARA DEBILITAR LOS PODERES NACIONALES PARA CREAR UNA TEOCRACIA PLANETARIA TOTALMENTE ANTITETICA A LA DEMOCRACIA. RECUERDE LA PIRAMIDE CON EL OJO DE DIOS EN LA CUSPIDE DE LOS DOLARES. EL PASADO DE ESPAÑA REVELA CLARIVIDENTEMENTE SU GLORIOSO DESTINO. ACTUALMENTE LA LENGUA ESPAÑOLA ES LA QUE TIENE MAS PRESTIGIO DIPLOMATICO YA QUE LA VANGUARDIA DE LA INTELIGENCIA MUNDIAL ESTA ESCRITA EN ESTE IDIOMA. SI ME DA SU CORREO ELECTRONICO LE ENVIARE LAS PRUEBAS DE TODO LO QUE LE DIGO. QUE DIOS LE BENDIGA CABALLERO. (FOC-MAX)

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